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11 de abril, 2016

Cuartos que crecen con los chicos

Armar una habitación de hadas o super héroes es una tentación. Sin embargo, los chicos crecen rápido y pronto habrá que encarar una nueva ambientación.

 

Una de las claves del diseño de cuartos infantiles debe ser la versatilidad: “Hay que tener en cuenta que los chicos pronto serán adolescentes y muchos de los objetos, muebles y decoraciones van a perder vigencia. Con lo cual es recomendable pensar en la posible transformación de ese cuarto a medida que sus necesidades vayan cambiando”, resume la arquitecta María Beatriz Blanco. A partir de ese concepto, los muebles infantiles deben adoptar diferentes funciones con el paso del tiempo. “Por ejemplo, una cajonera de guardado de juguetes puede fácilmente convertirse en zapatero con solo agregarle un organizador interno. Pero para eso, al diseñarlo hay que considerar dimensiones modulares acordes a ambas funciones”, sugiere Blanco. Del mismo modo, la arquitecta explica que es importante que los elementos aniñados sean fáciles de transformar o puedan ser removibles sin que se resienta la funcionalidad ni la estética.

Otro de los aspectos a considerar para que la decoración y los muebles acompañen el crecimiento de los chicos es pensar el equipamiento en módulos: “Permite que cada pieza cumpla en un principio una función y luego pueda acomodarse a otra diferente. Así, una biblioteca instalada en una pared para juguetes en el momento que el niño empieza la escolaridad puede transformarse en una biblioteca para cuadernos, libros o hasta usar sus rieles para colgar un escritorio”, detalla Denise Muchnik, de Dash Design Team. Luego, es fundamental aprovechar los escasos metros cuadrados del cuarto de los chicos, ya que se deben resolver espacios para guardar cosas y zonas de entretenimiento, descanso y estudio. “Debemos hacer un uso muy racional del espacio. Para ello, la funcionalidad se vuelve fundamental a la hora de elegir cómo equiparlo”, explica Muchnik. Y aconseja usar elementos con ruedas “para estacionarlos en donde se necesiten” o disponer una mesa con “triple función” (merendar, jugar y estudiar). Para Muchnik, una buena forma de ver el espacio en centímetros cúbicos: “Si le damos altura a la cama por ejemplo, estamos generando un nuevo espacio debajo de ella. Al apilar canastos con rótulos, estamos creando una columna de guardado”, ejemplifica.

 

 

 

Texto: Arq. Paula Baldo