1. Desayuno con alimentos alcalinos
No empieces el día con un desayuno ácido: si te levantas por la mañana con un sabor desagradable en la boca es porque estás llevando una dieta demasiado ácida. Lo ideal es empezar el día con un zumo de limón o de naranja – que sea ácido el sabor puede confundir, pero no: es un alimento alcalino-. Los que generan acidez son el chocolate, el café, el azúcar y la leche. También el exceso de azúcar o fruta. Un té blanco y una manzana, o el té verde ayudan. La mayoría de las frutas son alcalinas, así que no olvides incluir una pieza o un jugo natural en tu desayuno.
2. Cereales integrales
A la hora de tomar carbohidratos, que sean siempre lo más favorables para la salud y la línea. Por eso los cereales integrales se alzan como la mejor opción: avena, cebada, quinoa, pan de calidad para nuestras tostadas… Evitá los cereales refinados y muy elaborados. No son naturales y no son beneficiosos para la salud.
3. Proteínas
Es importante incluir proteínas buenas para poder arrancar bien. Puede ser lácteos magros o alguna feta de jamón natural en lo posible, además de huevos: una yema y todas las claras que quieras.
4. Frutas y vegetales
Tal como dijimos en el punto 1, necesitamos nutrientes y quitar acidez a nuestro cuerpo para equilibrar el PH y para esto las frutas y verduras son fundamentales: en Medio Oriente desayunan con hummus, por ejemplo, y eso es muy sano. También la mantequilla de maní y otros productos fit. Las frutas aportan azúcares naturales, que siempre son necesarios.
5. Frutos secos
Los frutos secos son grandes alimentos que aportar aceites naturales fundamentales para al salud: las almendras son muy recomendables, pero también las nueces, avellanas y casi todas las frutas secas.
¡EXTRA EXTRA! Suplementos naturales
Hay muchos suplementos que son alimentos en realidad y que ayudan a convertir el desayuno en una supercomida que mejorará el rendimiento y bienestar: levadura de cerveza, polen, germen de trigo, lecitina de soja, maca, espirulina y propóleo son algunos muy buenos.
La importancia del desayuno
- Nos aporta energía para todo el día, en especial para la mañana.
- Condiciona nuestro estado de ánimo.
- Incide en el rendimiento físico y mental.
- Nos permite comer menos cantidad a lo largo del día, ya que nuestro cuerpo no detecta carencias.
- Nuestro cuerpo asimila mejor los alimentos que tomamos en ayunas.