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1 de julio, 2013

Un viaje comic a Copenhague

Alojarse dentro de una enorme obra de arte, no es sólo producto de la imaginación de algún cineasta (como Woody Allen en La Rosa púrpura del Cairo). Gracias a un grupo de jóvenes artistas, la fantasía es realidad. Creativos, libres y divertidos, le cambiaron el diseño interior a un clásico hotel de esa ciudad. Un viaje a la movida danesa.

 

Escritores, diseñadores, arquitectos y cineastas; el arte y la cultura le han dado un lugar de relevancia a Dinamarca. ¿Quién no conoce a la Sirenita, el emblemático personaje del escritor H.C. Andersen? Y si no identifica al arquitecto danés Jorn Utzon, no podrá decir lo mismo del edificio de la Opera en Sydney, la obra que él construyó y por la que recibió el premio Pritzker, algo así como el Nóbel de la Arquitectura. Y para las nuevas generaciones también hay. El cine danés volvió a dar que hablar cuando en 1995, los directores Lars von Trier (Contra viento y marea) y Thomas Vinterberg (La celebración), dieron rienda suelta a su imaginación y arremetieron con las leyes del Dogma. Un movimiento que a través de una económica manera de filmar, les daría premios, fama y seguidores en todas partes del mundo. Incluso en Argentina, donde siguiendo sus leyes, filmaron Fucklands (sic) en las Islas Malvinas. La cultura de ese país está un paso adelante y en Copenhague puede constatarse. Ser la capital del reino más antiguo del mundo, con palacios y una ciudad vieja que no pierde sus mañas, no le impide alojar lo más innovador de los últimos años. El protagonismo de los jóvenes, su audacia y un particular sentido del humor están pisando fuerte. Los signos están a la vista. A la hora de reformar uno de los hoteles del centro, la premisa no tardó en aparecer: convocar a jóvenes artistas de distintos lugares del mundo para que lo decoren a piacere. El proyecto Fox -como se lo llamó en referencia al modelo de automóvil de la firma Volkswagen- unió a la gente de la empresa con la familia Brochner, quienes regenteaban el entonces Park Hotel (hoy Hotel Fox), un antiguo tres ellas. El resultado fue inédito: una galería de arte resuelta en 61 habitaciones, ambientadas con la obra de 21 artistas con mucho sentido del humor. Colores vivos, bastante de animé (comic japonés) y personajes de formas poco convencionales, que se dejan caer en los acolchados o aparecen por las paredes gritando de modo insólito. Un turismo para espíritus divertidos a los que, en cuestiones de nuevas experiencias, no les gusta quedarse dormidos.

 

Algunas propuestas para conocer el latido de la región

* Haga un paseo en barco a través de los canales. En el de Nyhavn, se puede comer smørrebrød (suerte de tapas) y tomar un trago. El lugar – de lo más pintoresco- ha sido encuentro favorito de navegantes y escritores como Andersen. Hoy, sus orillas están bordeadas por una línea de edificios restaurados, con numerosos cafés a sus pies. De pasada, sáquele una foto a la estatua de la Sirenita (desde su creación fue dos veces decapitada).

* Camine por el Strøget, la calle peatonal más larga del mundo. Visite los jardines del parque Tivoli (cerca del hotel) y vea el cambio de guardia en el palacio de Amalienborg, donde vive la familia real danesa.

* Andar en bicicleta siguiendo las miles de rutas que recorren la ciudad, es una buena alternativa para descubrir el paisaje.

* Visite el castillo de Krönborg, internacionalmente famoso gracias a Hamlet.

* Otras actividades: Roskilde, es el festival de música más grande del norte de Europa (consulte el calendario por fechas); montar a caballo; practicar windsurf; jugar al golf;  pescar o broncearse en las playas.

* Ciudades típicas: Odense, donde nació Hans Christian Andersen; la ciudad universitaria de Aarhus; Legoland, construida con más de 45 millones de ladrillos Lego; Ribe, la más antigua, con dos museos vikingos.

 

Datos útiles
El hotel está en Jarmers Plads 3, en pleno barrio de la movida de Copenhague.
Servicios: Internet en el lobby  y las habitaciones. Televisores con pantalla plana. Minibar. Revistas y periódicos internacionales. Las habitaciones son para no fumadores.

 

Texto: Patricia Gallardo
Fotos: gentileza Hotel Fox