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23 de septiembre, 2019

Mariana Genesio Peña: “Siempre me sentí mujer”

La actriz trans cordobesa coprotagoniza la nueva novela de Telefé, Pequeña Victoria. Su historia, el bullying en la infancia y su matrimonio con un guionista ganador del Oscar.

Mariana Genesio Peña nació y creció en Córdoba, en una familia de abogados y sin ninguna relación con el arte. Y si bien se sintió mujer y descubrió su vocación en la primera infancia, fue después de terminar el secundario cuando su cambio de identidad de género y se animó a venir a Buenos Aires a probar suerte como actriz. Y pasaron muchos años hasta que llegó este momento: el debut en Telefé con un rol principal en el prime time como coprotagonista en Pequeña Victoria junto a Natalie Pérez, Julieta Díaz e Inés Estévez con dirección de Daniel Burman: “Para mí es una gran oportunidad mostrarme como actriz y hacer de una mujer trans con un papel diferente y alejado de los estereotipos de la marginalidad y la prostitución. Cuando me contaron de qué se trataba, me volví loca. Porque yo pensé que me estaban llamando para ser la amiga peluquera de la protagonista, la verdad”, dice la actriz, que es Emma, el “padre” de la “pequeña Victoria”.

-Es una novela que pone varios temas en foco que hasta ahora la tele no tocaba de esta manera: una actriz trans protagonista y el alquiler de vientres.
-Sí, es una bomba la novela. Por un lado tiene la polémica del alquiler de vientres, tratada desde un lugar amoroso. Y por otro, viene a hablar de las personas trans de otra manera, mostrando otras realidades. Viene a romper prejuicios.

-Esto muestra el cambio que se produjo en estos años.
-Sí, un gran cambio. Yo viví tres años en Nueva York y allá me preguntaban si acá se podía salir a la calle, si no te agarraba la policía. No entienden que acá es igual o más avanzado que allá. Y también hay que decir: hoy somos más trans en la tele, en diferentes roles, y eso era impensado cuando yo arranqué.

-De chiquita, ¿te imaginabas este presente?
-Lo soñaba, sí. Soy muy de visualizar mi futuro. Soñaba con protagonizar una novela, ser una figura del espectáculo. Después, a medida que vas creciendo, te vas encontrando con las dificultades. Si bien estuve casi siempre inclinada al espectáculo, al principio no veía que hubiera espacio para actrices trans. Me imaginaba que mi futuro iba a ser a más con la comedia o el teatro de revista.

-¿Cómo fue tu transición?
-Yo siempre me sentí mujer, desde chica. Pero no sabía qué era ser una persona trans o travesti. No existía eso. Y si bien lamentaba no haber nacido nena y soñaba con despertarme al otro día y ser nena, en un momento asumí que no lo era. Después, ya más grande, pude hacerlo.

-¿Sufriste bullying en la escuela?
-Sufrí, pero la verdad es que no tanto. Y sigue existiendo la discriminación, y hay que seguir trabajando y deconstruyendo. Pero cada una lo vive diferente. Y yo, con esta personalidad encantadora (se ríe)… No tuve ningún problema. Lo mismo en mi casa: no fui contenida ni acompañada, porque es algo difícil para cualquier padre, al menos de los de mi generación. La familia lo vive como algo raro, sí. Pero yo no sufrí mucho. Porque siempre fui como una persona muy solitaria. Y siempre me tuve a mi misma. Va a sonar arrogante, pero siempre estuve muy enamorada de mi misma.
-¿Y hoy?
En mi familia están chochos, contentos, lo viven con toda la cholulez que te puedas imaginar. Ahora no solo me aceptan, sino que me admiran. Tanto que ya me parece mucho.

-¿Cómo vive tu pareja, Nicolás Giacobone (guionista de Birdman y ganador del Oscar), este momento?
-Estamos hace diez años juntos, así que él sabe que la vengo peleando y formándome. Y me acompaña. Está feliz.

-¿Cómo es tu historia con él?
-Es como una comedia romántica. Yo estoy obsesionada con Pretty Woman y nuestra historia es un poco así: nuestro amor era impensado y fue un flashazo en un café en el que nos cruzamos. Esa misma noche fuimos juntos al teatro. Y después nos casamos. Y estamos felices y enamorados.

-¿Querés tener hijos?
-No, quiero ser millonaria… Pero tengo un perro, ¿cuenta?

-¿Hay sentido del humor trans?
-Sí, totalmente. Es que las trans necesitamos del sentido del humor para sobrevivir. Entonces tenemos un desarrollo del chiste afiladísimo, a flor de piel, hilarante.

Texto: Ana De Césari