Entre el agua y el cielo
Para la suite principal de esta casa, que está cerca del delta de los ríos Paraná y Uruguay, el estudio a cargo se inspiró en la visión del mundo virgen y natural que encontraron los monjes y los conquistadores en la Mesopotamia. Se buscó recrear la fusión cultural entre los jesuitas (primeros habitantes blancos de la zona) y los pueblos originarios. Un refugio atemporal donde relajarse y ponerse en contacto con nuestra historia. Los materiales usados, rústicos y nobles, fueron trabajados en gran escala, de manera brutalista y, a la vez, sofisticada. El árbol es el protagonista absoluto de las iconografías, en forma de troncos, hojas, frutos y raíces.
Por el hall de distribución se accede al baño, de medidas generosas, en donde prima un lenguaje muy contemporáneo (griferías cromadas de diseño neto, una gran mesada de Carrara con importantes piletas, una cabina de ducha vidriada, sanitarios de porcelana blancos y jacuzzi bajo la ventana), por donde entra la belleza del paisaje. Las paredes en verde contrastan con lo inmaculado del conjunto. Gran impacto produce la gran araña de bronce, pieza de un estilo barroco americano, presente en toda la ambientación. Sobre la gran mesada, dos espejos de origen mudéjar, con marcos repujados en cuero y de cristales biselados, brindan otro toque de originalidad. Una banqueta de paraíso lustrado, invita al descanso después de un reparador baño.
A manera de decoración natural, se utilizaron arreglos combinando especies nativas.
Cache pots esmaltados en distintos tonos de verde, y la presencia de productos de cosmética naturista le dan sofisticación al ambiente. En el piso, un kilim turco de colores corta con la frialdad del blanco reinante.
Una mención aparte merece el mueble que se encuentra en el ante baño que, a pesar de su similitud con una cómoda, pertenecía a una antigua imprenta y servía para guardar pliegos de papel (San Martín/ Rela. Diseño de Interiores).
Un canto al Noroeste
En este caso, se buscó homenajear a la gente de nuestro Noroeste, por medio de colores y texturas. Para resaltar la importancia del dormitorio se apeló al uso del color saturado y líneas rectas. En el caso de la cama muy amplia, se optó por una colcha negra de piel sintética que apoya sobre el edredón de terciopelo. Las almohadas son gigantes de noventa centímetros, grandes cortinados caen del techo, los espejos y almohadones dan un toque de majestuosa actualidad.
Gracias a que la entrada al baño se da por uno de sus lados más largos, se pudo diseñar un espacio de relajación, con una colchoneta de ecocuer blanco, intentando vivir el espacio en zona de aseo y de relax.
También se colocaron varillas de un metro por un centímetro de espesor recreando la idea de cañas. Velas y aromas completan el conjunto, generado en una combinación de blancos y grises, en contraste con la alcoba decorada en obispos, negros y pasteles, todos colores de avanzada pertenecientes la paleta de la próxima temporada. La iluminación es directa-indirecta, con focos puntuales (Horacio Zuker / Estudio Z).
Actual, autóctono y sensual
La idea rectora del proyecto fue crear un cuarto en suite, utilizando materiales que hagan a lo “nuestro” sin dejar de lado lo espacioso y el placer. El cuarto de baño y sala de relax, cuenta con un gran hidromasaje que domina el recinto. Una pared negra enfrenta al ingreso que recibe las carpinterías de aluminio color blanco y las cortinas tipo roler negras. La mesada de mármol con doble bacha, posee una alzada y estante de madera de paraíso decape para darle un toque natural que quiebra la geometría del lugar. El frente de las cajoneras del mueble bajo mesada están revestidas en espejo acentuando la continuidad del espacio.
Los sanitarios -inodoro, bidet y ducha- ubicados en un sector más privado, son blancos. Para completar el confort de este cuarto de baño, se han incluido un equipo de plasma música y DVD y a manera de equipamiento deportivo, una bicicleta fija. El sistema de iluminación es con dimmers que permite regular la intensidad de la luz acorde a cada actividad.
El dormitorio tiene como protagonista al paisaje que rodea a la casa como el capturado en las imágenes que decoran el interior. Ambos reflejados en el gran espejo que se encuentra en la cabecera de la cama. Las mesas de luz de diseño actual, con estantes flotantes, son de roble inglés decapé. Un pequeño escritorio se prolonga hacia el ventanal. El respaldar y cubre sommier están tapizados en cuero crudo napado. La cama está vestida con sabanas blancas, almohadas de pluma de ganso del mismo color y almohadones en seda natural negra combinados con otros dos pequeños en piel de zorro cristal. Culmina la propuesta con un pie de cama en seda y zorro negros. Completa el diseño del espacio. un mueble para el guardado de objetos de valor y otro destinado a bar, cuya puerta está revestida en piel de nutria negra. Se crearon circuitos de iluminación que permiten independizar los distintos sectores (Arquitecta Adriana Piastrellini).
Jugando con las formas y el color
El baño se integra al dormitorio principal unificando ambos ambientes por medio de la misma paleta de colores, donde el blanco es protagonista y los objetos son los encargados de brindar su cuota de color. Se eligió un espejo de lenga maciza ya que los muebles del dormitorio son de esa madera.
Los móviles de las ventanas se repiten en el bow window de la suite. Las formas circulares se replican en esta decoración dándole un estilo pop al conjunto.
Sus creadores eligieron poner una maceta pintada como el mural de la pared para que funcione como hilo conductor entre ambos ambientes (Diseñadores Juan José Villar y Loly. Estudio V).