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7 de octubre, 2013

Con nombre y apellido

Sillones con historia, que ganaron fama mundial. Tan lindos como funcionales.

 

 

La pelota

Este sillón – The Ball – del finlandés Eero Aarnio fue diseñado a partir de una esfera de plástico y cobró renombre internacional durante la década de los ´60. Fue –es– un auténtico quiebre a las convenciones del diseño. De hecho, se lo vio en varias películas e ciencia ficción. Aarnio era un joven fabricante de muebles oriundo de Helsinki que se convirtió en un diseñador de renombre a principios de los años ’60 gracias a The Ball. Era el primer experimento de Aarnio con materiales sintéticos y fue un suceso inmediato.

 

Un «Le Corbu«

Paradigma del modernismo, el arquitecto Charles-Édouard Jeanneret – conocido como Le Corbusier (1889-1965)- tiene, entre sus geniales creaciones, este modelo LC3 armchair, de 1928, siempre vigente. Uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, sus creaciones no han tenido competencia, son únicos y siempre un paso adelante.

 

Antológico

«La arquitectura es un lenguaje y cuando uno es realmente bueno, es un poeta» dijo Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969). De su genialidad rescatamos esta pieza de 1927, el MR20 Armchair, que casi un siglo después se sigue fabricando normalmente y se destaca por el uso del caño metálico.

 

Japón en Nueva York

Isamu Kenmochi (1912-1971) expuso este sillón de ratán en 1964, en el MOMA (Museo de Arte Moderno neoyorquino) convirtiéndose en un verdadero pionero: por primera vez, el mobiliario nipón se exhibía en Occidente. El nombre de esta pieza es Kashiwado chair.

 

El sacco

Creado por los italianos Piero Gatti, Cesare Paolini y Franco Teodoro se hicieron famosos con apenas un mueble que hicieron para Zanotta: el sillón sacco –también conocido como bean bag (saco de porotos) o la bolsa de las bolsas- que fue lanzado al mercado en 1969. El secreto de esta original pieza es que se adapta a cualquier cuerpo, sin importar peso y forma.

 

Silla Bertoia

En rigor de verdad, su nombre es Silla Diamante, pero pasó a la historia con el nombre de su diseñador: Harry Bertoia. Este artista italiano llevaba 15 años viviendo en Estados Unidos cuando en un rapto de inspiración creó la Diamond Chair, de malla metálica para Knoll Internacional en 1952. Innovadora, confortable y realmente bella, es realmente fuerte y con una apariencia sumamente liviana. Lo realmente innovador es que un material industrial, como es la malla metálica, se haya convertido en un ícono del diseño, hasta hoy en día.

 

Silla RAR Eames

Charles y Ray Eames son dos de los diseñadores más famosos del siglo XX, de esos que dejan marca. Por ejemplo, esta silla RAR, un diseño atemporal, por su estructura y funcionalidad. Esta mecedora fue creada en 1948 para un concurso. El asiento esté hecho de una sola pieza, que contrasta con la base metálica. Hoy se fabrica en policarbonato, el más resistente de los plásticos. Sí, los Eames fueron un matrimonio tanto en la vida diaria como en la profesión.

 

La otra silla Thonet

La más famosa creación de este diseñador alemán tiene respaldo de esterilla, pero lo que distinguió a Michael Thonet es el uso del caño metálico tubular, todas piezas creadas entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX.