LAUREL
Crece fácilmente y requiere de un clima ni muy frío ni ventoso, caso en el que conviene cultivarlo en maceta para protegerlo bien. Necesita suelo bien drenado y, si está en maceta, mantillo y fertilizante. Se multiplica por esquejes a fines del verano, crece a pleno sol o media sombra y se cosecha en otoño. Sus hojas se dejan secar para consumirlas como condimento. Con el tomillo forma una de las asociaciones más aromáticas. Especial para platos densos y fuertes, en marinadas, conservas, caldos y en platos de cocción lenta. Se debe usar con moderación.
* Aceite con laurel y limón. Lavar bien un limón y cortar su cáscara en trozos. Colocar 250 ml de aceite de oliva en una sartén de fondo grueso, añadir las cáscaras de limón, 1 hoja de laurel y 4 granos de pimienta negra y calentar suavemente durante 20 minutos. Retirar del fuego y dejar enfriar a temperatura ambiente. Pasar la emulsión por un colador de alambre fino y verter en un recipiente limpio. Ideal para cocinar carnes grasas de sabor fuerte.
* Chuletas de cerdo al laurel. Para 4, aplanar 4 chuletas y condimentarlas colocando granos de pimienta negra y un clavo de olor insertado en cada una. En un recipiente mezclar 2 cucharadas de aceite de oliva y 4 cucharadas de jugo de limón, pintar las chuletas con la mezcla y colocar encima de cada una una hoja de laurel. Tapar y llevar a la heladera durante 3 horas para dejar macerar. Luego, calentar aceite en una sartén, añadir las chuletas bien escurridas y sin el laurel. Dorarlas por ambas caras. Acompañar con puré de papas.
TOMILLO
Se puede reproducir por acodo en otoño. Se adapta a cualquier tipo de suelo, necesita sol pleno, buen riego y un terreno bien drenado. Crece bien en macetas, patios o balcones a resguardo del viento y siempre al sol. En interiores, en una ventana al sol. Las hojas se deben recoger en cualquier momento, pero siempre antes de la floración. Es ideal para cocciones lentas y prolongadas. Combina bien con ajo, cebolla y vino tinto y también con albahaca, laurel, lavanda, orégano y perejil. Ideal para macerar carnes fuertes. Tomillo, ajo y aceite de oliva hacen una combinación memorable. Infaltable para pescados y pollo. Esparcido sobre el ajo horneado y las verduras asadas es excelente.
* Cazuela de salmón al tomillo. Para 4, salpimentar 700 g de dados de salmón, espolvorearlos con tomillo y enharinarlos. Dorarlos en un poco de aceite de oliva y reservar. En el mismo aceite, saltear una cebolla cortada en juliana. Añadir el salmón, agregar un vaso de vino blanco y dejar espesar hasta que el pescado esté cocido. Si se desea, se puede añadir más tomillo a la salsa.
* Jamón y queso al tomillo. Si se prepara aceite de oliva con hojas de tomillo, luego se puede añadir a dados de queso o fetas de jamón crudo para degustar estas exquisiteces con el agregado de un excelente sabor que recordará al monte, el campo o la sierra.
Fuente: Hierbas y especias en el jardín y en la cocina (Ed. Atlántida).
Foto: Istockphoto.