* Las frutas frescas son excelentes como ingrediente principal para postres de bajas calorías. Sin embargo, no hay que abusar. Tienen azúcares y si se comen de manera desmedida, a la larga nos jugarán en contra. Y dentro de las frutas, prestar atención a cuáles se comen: 100 g de manzana representan unas 50 calorías, mientras que la misma cantidad de banana aporta 90 calorías, casi el doble.
* La crema de leche light es otro recurso válido, porque en realidad no es crema sino leche espesada con fécula. Otro tanto sucede con los yogures 0% de grasa. Un pote de yogur tradicional o un vaso de la versión bebible resultan sumamente refrescantes y dan saciedad.
* Un batido de frutillas edulcoradas, leche descremada y 2 claras a nieve resultan una espuma exquisita para servir como postre.
* Las gelatinas diet son excelentes para combinar con galletas de arroz.
* Los sorbetes o helados de agua pueden prepararse a partir de frutas como la sandía.
* Los jugos hipocalóricos son una solución para hacer compotas diferentes: una manzana verde en cubos puede hervirse en 1 vaso de jugo de manzanas y acompañarse con un copete de queso descremado.