1.Definir el lugar: debería ser un espacio grande pero que puedas controlar, para no perder de vista a los chicos. Puede ser dentro de una casa o en el jardín, incluso si los chicos son más grandes también pueden hacerlo en algún club o parque.
2.Armar una historia: Es ideal que armen un hilo conductor que les permita a los chicos superar pruebas con alguna historia que les cuenten previamente. Una buena recomendación es que les lean una “carta secreta” enviada por el Conejo de Pascuas. La carta, escrita de puño y letra por el Conejo, podría decir que como él sabe que son chicos muy inteligentes, está seguro de que podrán encontrar el tesoro de los huevos de chocolate que él muy ingeniosamente escondió; pero que no se preocupen, que él los ayudará con algunas pistas. Esto hará todavía más divertida la búsqueda.
3.Elegir equipos: si en el festejo de Pascuas hay muchas familias involucradas, lo ideal es que los chicos se separen en equipos de búsqueda. En los casos en que haya chicos pequeños, tengan en cuenta que será necesario que algún mayor acompañe a cada equipo para guiarlos.
4.Variedad en las pistas: Por ejemplo: “Encontrarás la nueva pista detrás en un lugar donde hace mucho frío” (la heladera) o “en un lugar donde siempre hay dibujitos animados” (el televisor) o “debajo del árbol más grande del jardín”, etc, etc. También se puede decir: “la abuela tal o el tía tal tiene la pista siguiente y se la va a dar al primero que le dé un beso”. Si aún querés hacerlo más divertido: antes de la pista podés hacer una adivinanza y una vez que la aciertan se lee la pista. Otra opción puede ser armar algunas donde deberán realizar una prueba y si la superan les dirás cuál es el siguiente paso.
5.Premios intermedios: la gracia es que haya distintas estaciones en las que haya una nueva pista y un pequeño huevo o un conejito, por lo que quienes superen la prueba y lleguen primero al lugar d ela nueva pista vayan teniendo premios..
6.Tesoro: Tratá de utilizar alguna caja para colocar el tesoro que, idealmente, deben ser los huevos de Pascuas. Y, como sabemos que todos los chicos quieren ganar, trata de tener uno para cada uno, al menos para que todos terminen de jugar contentos y felices de haber cumplido con la misión.
Y una vez terminado el juego, es una linda ocasión para comer los huevos de chocolate junto a los chicos y descubrir qué sorpresa le trajo el huevo a cada uno.