Tener miedo, ansiedad, sentirse expuesto o excluido puede dificultar el aprendizaje. Muchas veces, por más que hayamos estudiado un montón nos bloqueamos frente a un examen, sentimos que olvidamos todo y no podemos demostrar lo que sabemos. La práctica del Mindfulness, que ya se aplica en escuelas de Estados Unidos y varios países de Europa, resulta fundamental para aumentar los niveles de empatía y disminuir el bullying entre estudiantes.
Mindfulness se traduce como ‘atención plena’. Quiere decir estar presentes para notar lo que está sucediendo, momento a momento, de manera intencionada y con una actitud de curiosidad y aceptación. El entrenamiento de nuestra atención resulta ser el primer paso clave para aprender a gestionar nuestros estados emocionales internos, concentrarnos más, y ser personas más empáticas y amables. “Con Mindfulness comenzamos a desactivar ciertos comportamientos que solemos realizar en piloto automático, y pasamos a realizarlos con total atención, como si fuese la primera vez”, señala la especialista.
¿Qué tipo de beneficios pueden aportar los programas de Mindfulness en las escuelas?
- A nivel escolar, se demostraron beneficios cognitivos, emocionales y más habilidades sociales en niños y adolescentes.
- Los alumnos tienen mayor capacidad de atención, concentración y memoria, y como consecuencia hay mejoras en el rendimiento académico.
- También hay más auto-regulación de estrés escolar y pre-examen, ansiedad e impulsividad, y se desarrollan la empatía, la compasión y la generosidad, que producen una reducción de violencia escolar y bullying”.
- Para el proceso de aprendizaje, el Mindfulness puede ser una herramienta transformadora. Un alumno sin estrés que sabe autogestionarse, aprende mejor y disfruta más; y un docente sin estrés también enseña mejor y recupera la conexión con aquella vocación que alguna vez lo motivó a iniciarse en este camino.
- Los mejores profesores son profesores plenamente atentos, disponibles, conscientes de sí mismos y sintonizados con sus alumnos. La práctica de Mindfulness cultiva estas habilidades y les da herramientas simples y concretas para favorecer la inteligencia emocional.
¿Cómo funciona?
- En momentos de mucho estrés, enojo, nervios previos a un examen, ansiedad por falta de tiempo o cualquier emoción intensa que estemos sintiendo, lo que queremos es desactivar el mecanismo que nuestro cuerpo activa llamado «lucha-huída-parálisis. ¿Cómo empezar, entonces, con las técnicas de Mindfulness?
- La manera más sencilla es reconocer cuando está apareciendo el malestar, tal vez notando agitación o latidos del corazón más rápidos, y redirigir la atención hacia la respiración. Inflar un globo imaginario en la panza al inhalar y soltar todo el aire suavemente. Esto puede hacerse 2 o 3 veces, y luego respirar normal, pero manteniendo la atención en ese lugar del cuerpo donde se produce expansión y contracción.
- Enfocarnos durante unos instantes en todos los sonidos del ambiente -los lejanos y los cercanos, los externos y los internos, los constantes y los pasajeros- permitiendo que lleguen a mis oídos y pasen. Esto permite desactivar el modo ‘reactivo’ y pasar al modo ‘receptivo’, y así tenemos más calma y claridad mental para tomar decisiones más acertadas.
Sobre Andrea Loescher y las Jornadas para Educadores 2018
En su 4º edición, las Jornadas crearon un lugar de encuentro, diálogo y debate dirigido a docentes, directivos y formadores educativos, con el objetivo de brindar técnicas y herramientas vanguardistas e innovadoras sobre educación y pedagogía. Andrea Loescher es profesora de inglés y especialista en Mindfulness. Realizó el curso Mindful Schools (EEUU), que habilita para brindar el programa en colegios de Argentina, así como la formación con Eline Snel (Holanda).