La dieta ideal deberá ser mixta, equilibrada y lo más natural posible. Esto es:
- Debe contener verduras, cereales, fruta y carne vacuna, de pollo o pescado con poco contenido graso.
- Es aconsejable que los chicos se acostumbren a tomar bebidas sin sabor para calmar la sed, como el agua mineral, porque así se evita que ingieran cantidades desmesuradas de líquidos azucarados simplemente por su sabor.
- Hay que discontinuar la “comida chatarra”, que no es lo mismo que prohibírsela. Lo mismo debe suceder con las golosinas o las gaseosas ( es decir alimentos que contengan mucha grasa y azúcares).
En el caso de los niños monoalimenticios, esos que solamente comen milanesas con puré o pastas, a pesar de berrinches y llantos, hay que ir introduciéndoles otros alimentos y sabores. Para tener éxito hay que presentarles los nuevos platos de una manera atractiva y colorida. Los resultados se obtienen con el tiempo y mucha paciencia. Asimismo, el ejemplo de una familia que come sano es indispensable para que los chicos adopten este hábito.
Asesoramiento: Dra. Claudia Valenti, médica pediatra y Dr. Pablo Cachione, médico clínico especializado en nutrición.